[Download] "Hitler, mi vecino" by Edgar Feuchtwanger & Bertil Scali # eBook PDF Kindle ePub Free
eBook details
- Title: Hitler, mi vecino
- Author : Edgar Feuchtwanger & Bertil Scali
- Release Date : January 06, 2014
- Genre: Nonfiction,Books,
- Pages : * pages
- Size : 1828 KB
Description
En 1929 Edgar Feuchtwanger, hijo de un editor y sobrino de Lion Feuchtwanger, el autor de la novela El judÃo Süss, famosÃsima en los años treinta, vive una infancia feliz en Múnich. Desde la casa familiar, el niño, de cinco años, ve al otro lado de la calle a un hombre con un curioso bigote, y cuenta cómo los que pasan por delante le hacen un raro saludo, levantando el brazo. Porque su vecino no es otro que Adolf Hitler. Y asà la familia judÃa compartirá barrio y calle con el que será nombrado en 1933 canciller alemán, hasta el año 1939, en que el adolescente, de quince años, se exiliará al Reino Unido. Hoy, a los noventa años, Feuchtwanger ofrece un testimonio excepcional de un perÃodo que, en palabras del autor, para muchos «se ha convertido en algo abstracto. Mi aportación consiste en mostrar, a través de la emoción, lo que sentimos y experimentamos los que vivimos esos años». La historia de la Alemania nazi nos es magistralmente relatada vista por los ojos de un niño desde la ventana de su cuarto: por ejemplo, el revuelo en la casa de Hitler, una mañana de 1934, después de la «noche de los cuchillos largos». También, desde el cada vez más amenazado hogar de la familia judÃa, vemos cómo la casa del Führer se convierte en una fortaleza, una brutal metáfora de la adquisición de poder y del ascenso de Hitler... «Edgar Feuchtwanger evoca a Adolf Hitler desde dos puntos de vista. Uno es el del historiador especializado en el Tercer Reich, que investiga sobre “el monstruo”, el lÃder más sádico del siglo XX. Y el otro, mucho más Ãntimo, el del niño que se cruza con Hitler en la esquina de su calle, el del antiguo vecino judÃo del Führer, que se acuerda de un hombre “más pequeñito” que su padre y “para nada simpático”. De la combinación de estas dos miradas resulta un testimonio excepcional» (Le Parisien).